La igualdad es un derecho y no es una ideología. Es una cuestión de Justicia social garantizar las mismas oportunidades para todas las personas. Quien así lo entienda entenderá también que esto es el feminismo y es fácilmente deducible. Por tanto, que el feminismo es uno de los pilares más fuertes de la democracia y aquí no caben ni pasos atrás, ni silencios consentidores que nos llevarían a una involución, ni a levantar muros con los que ya habíamos acabado y que, de volverse a construir, van a invisibilizar a más de la mitad de la población que convive en este mundo.