El viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, ha confirmado hoy en Campillo de Altobuey que la exposición de Joaquín Sorolla que el Gobierno regional organizará en Cuenca el próximo año se inaugurará en el mes de abril en la Casa Zavala.
 
Carrascosa, que ha agradecido al Ayuntamiento de Cuenca que haya accedido a ceder este espacio, ha avanzado que la muestra reunirá un total de 35 paisajes originales del pintor valenciano, "una parte de su obra menos conocida pero que resulta trascendental  en su evolución artística".
 
El viceconsejero ha asegurado que Cuenca vivirá en 2018 una " auténtica primavera cultural", que va a permitir que la ciudad "siga creciendo y entre todos la saquemos de la atonía en la que llevaba los últimos años". Y es que a la exposición de Sorolla se sumarán otra sobre la Semana Santa y la llegada de la colección de Roberto Polo. 
 
Retablo de la Iglesia del Cristo del Burgo
 
Carrascosa ha hecho estas declaraciones en Campillo de Altobuey, donde esta mañana ha participado en la inauguración de la restauración del retablo del siglo XVIII que preside la Iglesia del Cristo del Burgo, junto al alcalde de la localidad, Francisco López, y el párroco, José Vicente Duro.
 
El viceconsejero ha llamado la atención sobre el rico patrimonio que atesoran Campillo de Altobuey, Cuenca y Castilla-La Mancha, tras lo cual ha incidido en la importancia de conservar esos "tesoros" para poder disfrutar de ellos y , además, que sirvan para el desarrollo de nuestra región.
 
En este sentido, ha informado de que la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, a través del Centro de Restauración regional, ha restaurado en los últimos dos años un total de 14 obras, con una inversión aproximada de 90.000 euros.
 
Por su parte, el alcalde de Campillo de Altobuey se ha mostrado muy satisfecho de que los campillanos puedan disfrutar de nuevo de esta obra de arte y ha dado las gracias a sus vecinos, al párroco local, el Obispado de Cuenca y a la empresa responsable de la restauración por el trabajo que ha realizado.
 
Finalmente, el párroco José Vicente Duro ha destacado que lo más especial de este retablo del siglo XVIII son las urnas que guardan los restos de los Santos Mártires que se trajeron del cementerio de San Calisto de Roma cedidas por el Papa Urbano VI.