Tanto la consejera de Sanidad como el consejero de Economía y Hacienda explicaron que el Gobierno de Castilla-La Mancha votó en contra de este nuevo modelo de financiación, propuesto por el Gobierno central, porque acentúa los desequilibrios y la desigualdad en la prestación sanitaria que van a recibir los ciudadanos, según habiten en las regiones que tienen transferida la Sanidad o en las que todavía pertenecen al territorio INSALUD, como Castilla-La Mancha.

La consejera de Sanidad, Matilde Valentín, informó hoy que, tras la aprobación ayer del nuevo sistema de financiación sanitaria en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, "las regiones que no tienen competencias en Sanidad quedan en un gran nivel de inferioridad, pues mientras las comunidades que sí tienen estas transferencias tendrán un incremento de financiación de 4.200 pesetas por habitante y año, el resto de las regiones del territorio INSALUD -entre ellas Castilla-La Mancha- sólo recibirán un aumento "per cápita" de 444 pesetas".

A pesar de este desequilibrio, de las 10 comunidades autónomas sin competencias aún en Sanidad, únicamente las dos con gobierno socialista -Castilla-La Mancha y Extremadura- votaron en contra de ese reparto financiero propuesto por el Gobierno central y "aunque sufren déficits sanitarios, como nuestra región, y les perjudica igual, su voto se ha debido a la obediencia al Gobierno del PP, y ahora tendrán que explicárselo a sus propios ciudadanos", según señaló Valentín.

La consejera subrayó que el Gobierno regional no está en contra de que comunidades como Cataluña o Andalucía -ambas con competencias- "se lleven más dinero, sino que exigimos los mismos servicios y medios sanitarios para todos, pues la salud es un derecho constitucional".

El fondo adicional, "el dinero contante y sonante que se pone sobre la mesa para financiar la Sanidad de España en 1998", según matizó Matilde Valentín, asciende a 103.000 millones de pesetas y dentro de este dinero se contemplan dos fondos supletorios que a su juicio "tienen el reparto más sangrante y arbitrario".

Uno es el fondo de asistencia hospitalaria, destinado a financiar la docencia y la atención a desplazados, que cuenta con unos 48.000 millones de pesetas, de los cuales 42.300 millones -el 88'4%- son repartidos entre las siete comunidades con competencias, mientras sólo 5.500 millones -el 11'2%- se distribuyen entre las 10 regiones gestionadas por el INSALUD.

El otro montante es el fondo de modulación financiera, dedicado a financiar las pérdidas de población entre los censos del 91 y del 96, que está dotado con 20.400 millones, de los que 15.000 millones -el 73%- se reparte entre las regiones con la Sanidad transferida y 5.400 millones -el 26%- quedan para las otras diez comunidades.

"El fondo adicional debía haber servido para nivelar las desigualdades y corregir los desequilibrios en la asistencia sanitaria, y no para acentuarlos como se ha hecho", puntualizó la consejera, que añadió "para hacer este reparto, el Gobierno central no ha tenido en cuenta las necesidades existentes, sino las presiones de los distintos territorios y con el único objetivo de pagar los compromisos con CiU para mantener a Aznar en el Gobierno, a costa de todo incluso de la salud de muchos españoles".

De igual forma, Matilde Valentín y el consejero de Economía y Hacienda, Isidro Hernández Perlines, que comparecieron hoy ante los medios de comunicación, denunciaron la falta de transparencia seguida por el Gobierno del PP en todo este proceso de negociación de la financiación sanitaria.

"La propuesta que se ha aprobado la recibimos tan sólo un día y medio antes de celebrarse el Consejo de Política Fiscal y Financiera", señaló el consejero de Economía y Hacienda quien representó ayer a la región en la reunión de ayer.

Reclamadas las transferencias

Isidro Hernández Perlines se mostró altamente convencido de que sí Castilla-La Mancha hubiera tenido transferidas las competencias de Sanidad "la distribución de los fondos hubiera sido más positiva".

El consejero volvió a transmitir en la reunión del Consejo la petición que hizo el presidente José Bono, el pasado día 25 en una carta dirigida a José María Aznar, de que se transfieran las competencias sanitarias a Castilla-La Mancha.

"Estamos seguros de que nosotros podemos gestionar mejor la Sanidad de la región y que de esta forma nos podemos hacer oír mejor, ya que en absoluto los ministros de Sanidad y de Economía han sabido representar, ni defender los intereses sanitarios para una atención justa y solidaria a los ciudadanos que viven en el territorio gestionado por el INSALUD", afirmó el consejero de Economía y Hacienda.