Un 46 por ciento de los menores tutelados por la Junta de Comunidades en la provincia de Albacete se encuentran en Acogimiento Residencial
Este porcentaje ha sido ofrecido hoy por la delegada provincial de Bienestar Social, Antonia Coloma, durante la reunión que ha mantenido con los responsables de las entidades y de los hogares residenciales que colaboran con la Junta en el desarrollo de esta medida de protección a los menores, añadiendo además que en total, en este inicio del año 2020, son 286 los niños y niñas que se encuentran tutelados por la Administración autonómica en Albacete.
La provincia de Albacete cuenta con 13 hogares residenciales y 1 centro de primera acogida y media estancia, de carácter público, como es el centro “Arco Iris”. En total 133 plazas residenciales gestionados por 5 entidades sin ánimo de lucro: Accem, Bayco, Colabora, Diagrama, Mensajeros de la Paz, Paideia y Pavonianos.
Albacete, 10 de enero de 2020.- Un 46 por ciento de los menores tutelados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en la provincia de Albacete se encuentran en Acogimiento Residencial.
Este porcentaje ha sido ofrecido hoy por la delegada provincial de Bienestar Social, Antonia Coloma, durante la reunión que ha mantenido con los responsables de las entidades y de los hogares residenciales que colaboran con la Junta en el desarrollo de esta medida de protección a los menores, añadiendo además que en total, en este inicio del año 2020, son 286 los niños y niñas que se encuentran tutelados por la Administración autonómica en Albacete.
Coloma ha remarcado que la Junta de Comunidades, a través de su Consejería de Bienestar Social, “tiene la obligación de garantizar medidas de protección para los niños, niñas y jóvenes, que por diversas circunstancias sufren graves vulneraciones de sus derechos y en a los que ha sido preciso separar temporal o definitivamente al niño de su familia biológica”.
El acogimiento residencial es una medida de protección destinada a aquellos menores que no pueden permanecer en sus hogares, mediante la cual se les proporciona un lugar de residencia y convivencia que cumpla con el cometido de una adecuada satisfacción de las necesidades de protección, educación y desarrollo.
La propia delegada provincial de Bienestar Social ha asegurado que “se trata de ofrecer al niño o la niña que esta tutelado, un ambiente en el que reciba atención y cuidados y que le permita un desarrollo de su personalidad sin que pierda, si es posible, la relación con su familia. Aportar protección, educación y estabilidad es el compromiso de la Junta de Comunidades y de las entidades que colaboran con ella en este programa”, ha aseverado.
Plazas Residenciales y agradecimiento a las entidades sociales
La provincia de Albacete, se cuenta con 13 hogares residenciales y 1 centro de primera acogida y media estancia, de carácter público, el centro “Arco Iris”. En total 133 plazas residenciales a disposición de aquellos menores que las necesiten.
Estos 13 hogares residenciales los gestionan 5 entidades sin ánimo de lucro: Accem, Bayco, Colabora, Diagrama, Mensajeros de la Paz, Paideia y Pavonianos. Todas ellas ponen a disposición de estos niños todos los recursos humanos y materiales de los que disponen (educadores, personal de servicios y/o de apoyo).
Con el fin de establecer objetivos para este nuevo año 2020, la delegada provincial de Bienestar Social, Antonia Coloma, ha mantenido una jornada de trabajo con los coordinadores de las entidades y los responsables de cada uno de los hogares.
En este encuentro se ha insistido en la importancia de la formación a los educadores y técnicos de toda el área de acogimiento residencial, poniéndose los acentos, para este 2020, en la perspectiva de género, la discapacidad o la interculturalidad, así como en seguir profundizando en el vínculo como hilo conductor de todo el proceso. También el compromiso de realizar un encuentro, con fecha aún por determinar, de todas las personas que participan de este programa de acogimiento residencial.
Finalmente, Coloma ha agradecido el esfuerzo, de las entidades pero, sobre todo, el de los trabajadores de cada una de las entidades y el de los empleados públicos sin los que “con su inteligencia, compromiso, formación y voluntad difícilmente podría sacarse adelante un programa de estas características”.