El maltrato infantil, en sus diferentes modalidades, constituye uno de los problemas más graves a los que se enfrenta un sector de la población tan vulnerable como son los niños. Los menores que sufren maltrato por sus padres o guardadores, en cualquiera de sus formas, en la mayoría de los casos no piden ayuda, y este hecho los sitúa en una posición aún más vulnerable ante la persona que ejerce el maltrato. La protección a los menores es un objetivo básico de cualquier actuación que tenga como finalidad la detección, investigación e intervención de las situaciones de maltrato infantil en el seno familiar.

Los programas que forman las actuaciones dentro del sistema de protección pretenden prestar una atención integral a los menores que se encuentran en situación de riesgo, desamparo o conflicto social. Así, atendiendo de manera global estas situaciones, se puede prestar un enfoque integrador a la prevención y las soluciones a los problemas que presenta en la actualidad dicho colectivo. Abarcan tanto el trabajo con las familias que tienen hijos en situación de riesgo, las distintas medidas que pueden adoptarse en situaciones de desamparo, o los programas de apoyo a la autonomía del joven. Todo ello con el objetivo común de lograr un desarrollo adecuado e integrador del menor en nuestra sociedad. En nuestra región existe una Red de profesionales que trabajan por eliminar o minimizar las causas que han dado lugar a esa situación de dificultad. Desde la puerta de entrada a la Red mediante la atención de los Equipos de los Servicios Sociales Básicos hasta la intervención especializada de los Equipos Interdisciplinares de Menores de cada Servicio Periférico, formado por Equipos multidisciplinares de profesionales, que tienen el cometido de detectar, investigar, valorar e intervenir en aquellas situaciones que indiquen algún tipo de desprotección Infantil.