El Gobierno regional tiene un particular preocupación por la Seguridad Vial. Por este motivo se han desarrollado estudios específicos de Seguridad Vial, que sirven para definir y priorizar las actuaciones de conservación y construcción.
Estos Programas de Seguridad Vial, que incluyen actuaciones de bajo coste relativas a la infraestructura, están diseñados para eliminar situaciones peligrosas o potencialmente conflictivas para la circulación, y constituyen la mejor estrategia a seguir en materia de Seguridad Vial.
Estos Programas derivan de un estudio previo de la accidentalidad, acompañado de un trabajo “in situ”, donde se analizan las posibles causas y factores concurrentes en los accidentes, y se relacionan con las posibles carencias de seguridad existentes en la carretera. El éxito de los programas de Seguridad Vial se debe a que las medidas que se adoptan son muy localizadas y se realizan tras un estudio detallado de las carencias de seguridad. 
Anualmente, se analiza en un Informe de Seguridad Vial, la accidentalidad producida en la red de carreteras en los cinco años previos al del estudio, evaluándose aquellas zonas en las que estadísticamente se haya producido un número anormalmente elevado de accidentes. Estas zonas serán las que se estudien en detalle proponiendo en su caso, las actuaciones más convenientes para evitar los siniestros.
Cada Plan de Seguridad Vial realizado se ha basado en el tratamiento de los TCA (Tramo de Concentración de Accidentes) existentes en su Red de Carreteras, centrándose el desarrollo de cada Plan en las siguientes actividades:
- Identificación de los TCA
- Análisis de las causas que los producen
- Propuestas de mejora y acondicionamiento de los mismos,
- Y priorización de actuaciones presupuestadas.
 En estos Planes, se considera Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) a aquel tramo de la red que presenta un número de accidentes significativamente superior a la media en tramos de características semejantes, y en el que, por tanto, una actuación de mejora de la infraestructura puede conducir a una reducción efectiva de la accidentalidad. A efectos de obtener una identificación fiable de los TCA, se consideran los datos de accidentes de los últimos cinco años al del estudio. La definición de los TCA se establece a partir de los índices de peligrosidad (que tienen en cuenta el volumen de tráfico en vehículos –kilómetro), y no exclusivamente del número de accidentes.
  En los Planes de Conservación anuales se ejecutan actuaciones, para mejora de la seguridad, además de en los TCA detectados, en los tramos llamados potencialmente peligrosos, que no llegando a ser un TCA son puntos conflictivos detectados en la red de carreteras que requieren de una actuación de mejora.